La Herida del Raga - Capítulo 2: La partida al alba
-Maestro Karash, veo en tus palabras un gato que se persigue la cola, y esto significa que los raga debemos entender cuál es nuestro objetivo, la búsqueda del Leviatán, y nunca el enfrentamiento contra nosotros mismos.
Trato de mantener la voz serena para parecer seguro en mi respuesta, a la vez que tengo que sujetarme una mano con la otra porque no paro de temblar de los nervios. Se suceden unos infinitos instantes de silencio en los que se me para el pulso.
-Yo no estoy de acuerdo, maestro Karash —. Kurak aprieta los colmillos mientras habla. Está furioso. Lo noto en su mandíbula, en sus manos, en su forma de mirarme —. Es cierto que no debemos combatir entre nosotros mismos, pero también es cierto que somos cazadores, que somos guerreros y la naturaleza es nuestra madre, igual que el Leviatán es nuestro padre. Debemos luchar sin descanso contra nuestros enemigos y solo la supervivencia de esta lucha nos da sentido.
-¿Y el destino?—. Es ahora Leyna quién interviene, interrumpiedo a Kurak —. Os olvidáis de él. Debemos luchar, pero no entre nosotros, y sin embargo todo ya ha pasado, porque alguien nos piensa, nos escribe. Eso es lo que se nos ha enseñado.
Karash nos observa, inexpresivo, como absorto aún en un poético estado de trance. Entonces su cuerpo comienza a relajarse, y su rostro esboza una media sonrisa de satisfacción.
-Habéis elegido bien, y eso os convierte en buscadores, en mensajeros, en heraldos del Leviatán. Habéis adquirido vuestra primera herida. Y no será la única. A lo largo de esta larga búsqueda tendréis que tomar decisiones difíciles, extrañas. Elegir hiere y te hace sangrar. ¿Sabéis por qué? Por la duda de lo que no elegisteis. La duda de lo que pudo haber sido y ya nunca será. Cuando eliges, también estás no eligiendo la otra posibilidad. Si decides tomar el camino de la venganza, estarás no eligiendo tomar el camino del perdón, y ya nunca sabrás que hubiera pasado si hubieras perdonado en lugar de llevar a cabo tu venganza. Por eso elegid bien y no tengáis miedo. La elección no importa. Lo importante es elegir. Quien no elige no vive porque no tendrá heridas. Pero quien elige y no consigue enfrentar su elección, quien ha elegido el camino de la derecha y no para de preguntarse adonde le hubiera llevado el camino de la izquierda, ese, sufrirá la mayor de las heridas, la que nunca cicatriza. ¿Habéis entendido mis palabras, heraldos?
-Sí, maestro —. Respondemos los tres al unísono.
-Hoy os he planteado una triple elección, y habéis elegido. Tarde o temprano descubriréis que no hay elecciones buenas o malas, correctas o incorrectas. Las elecciones son lo que son: elecciones. Las tres respuestas tenían algo de verdad y algo de mentira. Pero lo importante era elegir una y defenderla, y eso lo habéis hecho. A partir de ahora estaréis solos para afrontar las decisiones que toméis. Sin embargo sabéis que los raga somos uno, somos la manada, la tribu, el clan. Vuestra supervivencia dependerá de vuestra manada de tres. Kurak, tú serás el ímpetu y la valentía, la fuerza que impulse al grupo. Leyna, tú llevarás la sombra y el sigilo, el acecho y la astucia, tus sentidos serán los de los tres. Y tú, Kair, serás la cabeza que guíe a estos dos caballos, serás el jinete que toma los caminos que han de ser cabalgados. Si falla uno, fallaréis los tres. Pero sobre todo, fallaremos todos, porque vuestra búsqueda no es personal, vuestro viaje es el nuestro, el de todos nosotros. Encontrad al Leviatán y salvad nuestro mundo de la extinción. Ahora preparaos. Pronto amanecerá y debéis partir con las primeras luces del alba.
Los raga no tenemos pueblos ni ciudades, no construimos casas, ni trabajamos la tierra. Pero eso no quiere decir que no tengamos hogar. Nosotros somos nuestro hogar, la manada, los hermanos. La tierra que nos rodea es nuestra madre y es ella la que nos da cobijo. No hay casas más profundas que las cuevas que serpentean hacia las entrañas de la tierra. No hay casas tan altas como los árboles de firmes raíces que se alzan hasta tocar los cielos. La naturaleza nos alimenta, nos viste y nos arma con sus frutos. Por eso marcharse es doloroso, pero no demasiado. Dejas atrás a tu familia, a tus amigos, pero no tu hogar, porque todo lo que te rodea es tu hogar. Los raga siempre hemos sido un pueblo de nómadas y el viaje reside en nuestra sangre. Es por eso que cuando partimos al alba, pocos salen a despedirnos, es por eso que Leyna y Kurak no miran atrás ni lloran. Ellos no, al menos entre las lágrimas yo no los veo.
Llevamos caminando sin descanso dos ciclos de sol. O eso creo, porque los árboles que nos rodean son tan altos y sus copas tan frondosas que apenas percibimos la luz. La llamamos Tierra Umbría. No sabemos qué buscar, ni qué encontraremos. La selva parece no acabar nunca. Es nuestra única constante. Siempre el mismo color, un verde grisáceo que nos rodea, nos envuelve, hasta casi convertirnos también a nosotros en un elemento más de ella. Finalmente llegamos a un claro rodeado de grandes rocas y decidimos hacer un alto en el camino. Kurak duerme y su enorme cuerpo se retuerce entre ronquidos y pesadillas. Su pelaje es negro al igual que sus ojos y una fea cicatriz le atraviesa el lomo de punta a punta. Yo también trato de descansar pero no puedo, mi mente no puede. Mi cuerpo me pide reposar, pero mi cabeza o mi instinto me mantienen alerta, como si un peligro inminente fuera a cernirse sobre el claro. Miro a Leyna y percibo en ella mis mismas inquietudes. Permanece en cuclillas sobre una roca oteando lo que nosotros llamamos Eterna, la tierra del cielo. Una enorme esfera brillante inamovible en las alturas celestes. Más allá del sol y la luna, más allá del propio cielo, allí se encuentra Eterna. Los raga pensamos que eterna es el paraíso, el lugar en el que nos aguardan los raga que ya no están entre nosotros. Eterna es sagrada para los raga, es la imagen palpable que nos recuerda nuestro destino: el mundo ha llegado a su fin y por eso debemos encontrar al Dios Leviatán que nos guiará a través de las estrellas hasta Eterna.
De repente el pelo cobrizo de Leyna se eriza y gira la cabeza hacia mí con sus ojos aguamarina muy abiertos. Yo también noto algo, pero no sé el qué.
-Despierta a Kurak, rápido, tenemos que movernos —. La voz de Leyna es gutural y veo que su garganta tiembla con fuerza cuando habla.
-¿Qué ocurre?, ¿qué has visto?—. Insisto yo.
-Cállate y muévete, Kair, despiértalo —. Y su voz no admite discusión, así que me incorporo rápidamente y me acerco silenciosamente a Kurak, tapándole la boca con una mano y zarandeando su cuerpo con la otra.
El gigante Kurak se mueve y me aparta bruscamente, tirándome de bruces contra la tierra.
-Son portadores de fuego —. Nos dice Leyna mientras desciende de la roca. En sus ojos hay temor.
-No puede ser, ¿humanos, aquí, tan cerca de la manada? —. Le respondo yo con preocupación.
-Acabemos con ellos. ¿Cuántos son? —. Los ojos negros de Kurak están muy abiertos, escucho su corazón palpitar.
-Son al menos cinco, y se están acercando en esta dirección, y no son solo humanos, Kurak, llevan varas de fuego. Deberíamos volver a la manada, tenemos que avisarles de la presencia de humanos en las profundidades de Tierra Umbría —. Mientras habla Leyna no para de oler y mirar a través del claro, más allá de las rocas y hacia los árboles verdes y grises.
-No podemos volver —. Intervengo yo —. Sé que deberíamos avisar al maestro Karash, pero es imposible, hemos iniciado la peregrinación, debemos seguir hacia adelante, ahora la manada somos nosotros.
-Entonces ¿qué propones, que huyamos?, porque no veo precisamente en tus ojos el fragor de la batalla —. Me interrumpe con un sonoro rugido Kurak—. Tenemos la oportunidad de luchar. Les venceremos y averiguaremos qué hacen aquí, quizá encontremos alguna pista que nos ayude en nuestra búsqueda. Si no venís conmigo iré yo sólo, no os necesito, además seríais una carga para el combate, no puedo pelear y protegeros al mismo tiempo.
-No estamos preparados para la enfrentarnos a ellos, Kurak —. Le espeto al gigante de negro pelaje—. Ni siquiera sabemos a ciencia cierta cuántos son. No propongo huir, sino seguir nuestro camino.
-No sabemos cuál es nuestro camino, Kair —. Me dice Leyna, con los ojos muy abiertos y brillantes—. Tenemos que decidir ya, pero si abandonamos a nuestra gente y les pasa algo no te lo perdonaré nunca —. Las palabras de Leyna se me clavan en el pecho y siento dolor, el dolor de un líder. Es quizá mi primera herida, la verdadera, esa de la que hablaba el maestro Karash, la herida que nace de la elección. Pero también hay algo más. Otro tipo de dolor nacido de la voz de Leyna, o de sus labios, o de sus ojos. Mi garganta intenta tragar, pero mi boca está seca, y en cualquier caso estoy seguro de que la saliva no calmará esta sed.
1. Haces caso a Kurak y os preparáis para la batalla contra los humanos. Quizá así averigüéis qué les ha traído hasta las profundidades del bosque y encontréis algo que os ayude en vuestra búsqueda.
2. Tratas de convencer a Kurak y a Leyna para evitar a los humanos y seguir vuestro camino. Aún no estáis preparados para una batalla de la que no sabéis nada y que podría ser muy peligrosa. Y por otro lado, y lamentablemente, no debéis volver hacia atrás para avisar a la manada, pues sería desandar el camino. Vuestro destino es otro y sólo conduce hacia adelante. Además la manada es fuerte y sabrá cuidarse sola.
3. Leyna tiene razón. Debéis volver hacia la manada para avisarles del peligro de los humanos portadores de fuego, antes de que ocurra una desgracia.
Nota: los que no participen quedarán automáticamente fuera de la historia. Podéis escribir vuestros mensajes hasta el martes incluido.
la 1
ResponderEliminarYo creo que es la 1.
ResponderEliminar"Hacéis caso a Kurak y os preparáis para la batalla"
La 1
ResponderEliminarEsta es la suma de puntuaciones que habéis conseguido para vuestros grupos por acertar la opción 2 en el capítulo 1 de la novela.
ResponderEliminarCazadores: 9 aciertos = 45 puntos.
Jinetes: 7 aciertos = 35 puntos.
Caballeros: 6 aciertos = 30 puntos.
Bookaneros: 5 aciertos = 25 puntos.
Booktubers: 3 aciertos = 15 puntos.
Devoralibros: 3 aciertos =15 puntos.
Poetas: 2 aciertos = 10 puntos.
Consejos. Leed bien el texto y tomad la decisión más lógica de acuerdo con las circunstancias. No os dejéis influir por lo que pongan los demás. Este texto es un poco más largo y más difícil que el anterior, así que si no entendéis algo, o tenéis cualquier duda, solo tenéis que preguntar por aquí. Ánimo que hay muchos puntos en juego.
ResponderEliminarLa 1
ResponderEliminarYo eligo la opción 11. Haces caso a Kurak y os preparáis para la batalla contra los humanos. Quizá así averigüéis qué les ha traído hasta las profundidades del bosque y encontréis algo que os ayude en vuestra búsqueda.
ResponderEliminarPerdón la 1
EliminarEs la 2
Eliminarla 1
ResponderEliminarLa 1
ResponderEliminarYo creo que es la dos. Aún no están preparados para la batalla y la manada es fuerte sabrá arreglárselas. Además si luchan y pierden todo está perdido para ellos y para la manada
ResponderEliminarEs la número dos. Su destino es otro. Si luchan pueden perder y todos estarán acabados. Además, son solo tres, la manada sabrá defenderse mejor.
ResponderEliminarEs la respuesta dos, pues tienen como destino seguir hacia delante y la manada puede defenderse sola.
ResponderEliminarCreo que es la 2
ResponderEliminarLa tres, pienso que mas vale tarde que nunca
ResponderEliminarCreo que es la 1
ResponderEliminarla 3
ResponderEliminarla 3
ResponderEliminarla 3
ResponderEliminarla 3
ResponderEliminarla 2
ResponderEliminarla 2
ResponderEliminarla 2
ResponderEliminarla 3 que antes me equivoque
ResponderEliminarLa 3
ResponderEliminaryo pienso que es la 2
ResponderEliminarLa opcion 3
ResponderEliminarLa 2
ResponderEliminarYo creo que es la 3
ResponderEliminarLa opción 3
ResponderEliminarCreo que es la número DOS
ResponderEliminarYo creo q es la 1, porque es la unica que permite el crecimiento de la manada, ya que la lucha con los portadores les serviría de su primera experiencia como manada y crecer así (porque aunque sea peligroso les sirve para crecer).Además de que sabrían el porqué de su presencia
ResponderEliminarLa 1.
ResponderEliminarLa 1
ResponderEliminarLa numero 1
ResponderEliminarLa 3 creo yo
ResponderEliminarLa 3
ResponderEliminarCreo que es la 3
ResponderEliminarYo creo que es la 1
ResponderEliminarYo creo que el la 3
ResponderEliminarLa Dos
ResponderEliminarLa 1
ResponderEliminarLa 2
ResponderEliminarYo creo que es la 1
ResponderEliminarLa 2
ResponderEliminar3? Hay no se >.<
ResponderEliminarYo creo q es la 1
ResponderEliminarMe he equivocado creo q es la 3
ResponderEliminarLa 2
ResponderEliminarLa 3
ResponderEliminarCreo que la correcta es la 2.
ResponderEliminaryo pienso que es la 2
ResponderEliminarCreo que es la número 2
ResponderEliminarLa 2
ResponderEliminarLa respuesta 2
ResponderEliminarVoy con la 1
ResponderEliminares la 2
ResponderEliminarLa 2
ResponderEliminarYo creo que es la 1, no, la 2, no, la 3, no la 18224497549137591790174...
ResponderEliminarEs la numero 2
ResponderEliminarEs la 2
ResponderEliminar(Lo escribo más tarde ya que no lo recibiste)
pero...................
ResponderEliminar¿cual es la repusta correcta?
la 2
EliminarLa 2
ResponderEliminares la 2
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminar2
ResponderEliminarProfe ¿cuándo colgará un nuevo reto?
ResponderEliminarMañana, o como muy tarde pasado mañana. Exámenes, notas, correcciones, y esas cosas.
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